Después de muchos días sin escribir, creo que hoy tengo un poco de tiempo para hacerlo. Ayer mientras caminaba una luz ilumino mi pensamiento y me reveló una verdad divina: todos los hombres de mi vida son SAPOS en lugar de PRINCIPES.
No puedo creerlo pero es cierto, cuando beso al principe inmediatamente se convierte en sapo. Triste? la verdad no... porque hasta cierto grado yo sería para ellos la princesa que se convierte en BRUJA jejeje.
Dejando a un lado los sarcasmos, solo dire: VIVA LA LIBERTAD¡¡ No quiero ni necesito un Principe Encantador en mi vida, hasta ahora cada sapo que he besado ha sido libre de tomar la decisión de irse o quedarse... menos mal que se han ido.
VIVE LA LIBERTÉ¡¡¡¡
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