lunes, 28 de enero de 2008

CIEGOS, BIZCOS O SIMPLEMENTE IDIOTAS...


Tocaré un tema que francamente no es prioridad en mi vida, aunque me dejo reflexionando bastante el día de hoy. Conversaba animadamente con un par de amigas cuando el tema recayó en una ex-compañera de carrera, resulta que la chica en cuestión ha conseguido un importante puesto dentro del gobierno federal de mi país... cosa que no tendría gran reelevancia de no ser porque es la persona más tonta e insulsa que he conocido en mis 25 años de vida.

Para que se den una idea es como la versión mexicana de Bridget Marquardt (The Girls of the Playboy Mansion) en lo que a comportamiento se refiere ya que carece de la voluptuosidad de la playmate citada.
En fín, resulta que los puestos que ha obtenido durante su vida laboral han sido gracias a su manipulación de los hombres indicados. Su estrategia favorita: comportarse como una perfecta idiota necesitada de protección masculina mientras mueve su cabellera como modelo de shampoo barato.

Ciertamente, tiene cierto atractivo entre los hombres de los cuales siempre (es en serio, siempre) obtiene lo que quiere y los deja con el corazón partío... y paradójicamente hablando bien de ella.
Mi gran incógnita es: ¿Cómo diablos lo hace?.

Traté de sacarles información a algunos chicos que han salido con ella, pero incluso mi mejor amigo (salió con ella hace cinco años) se niega a tocar el tema y cuando le pregunto reacciona como si le hubiera pateado las gónadas.
Esto me llevó a la conversación que sostuve más tarde con mi amiga Gaby.

Yo- Te juro que no sé como logra sacarles lo que ella quiere y los muy tarados todavía la ven como la mujer ideal.

Gaby- Lo peor del caso es que ni siquiera es del tipo super belleza, realmente hay chicas mucho más bonitas.

Yo- Deja de eso wey, hasta cuando van a dejar de vernos como objetos los hombres si todavía hay pendejas que se comportan así.

Gaby- Aparte media ciudad sabe que ella no opina, rebuzna

Yo- jajaja cierto, pero cuando dijiste eso por primera vez frente a chicos del partido se portaron como si hubieras dicho una blasfemia.
Gaby- Siiii, no manches wey. La defienden después de que les sacó hasta la risa y no les dió a cambio ni mergas.
Yo- Pues equis, cada quien busca su felicidad como puede.

Gaby- Cierto. Lo que más me caga es que los hombres las prefieren lo más pendejas posible.

Yo- No sólo pendejas, tienen que cubrir también los requisitos de golfa y mínimo 8 años menores que ellos.

Gaby- Realmente conozco chicas inteligentes y bonitas sin llegar a espectaculares que no pezcan ni un resfriado.

Yo- Les falta cubrir algún requisito amiga, ellos quieren chicas que puedan presumir con el resto de los machos de la manada como un trofeo. Es parte de su concepto de éxito.

Gaby- Más bien de su ego masculino, amiga, si te fijas las buscan para exhibirlas como botín de guerra. Supongo que por eso no hemos podido conservar una relación formal.
Yo- Wey no mames, en serio que ahora sí te la prologaste. A decir verdad a mi me vale madres, no tengo ese complejo de media naranja en busqueda de su otra mitad. Todo lo que necesito para ser feliz esta en mí misma porque soy un individuo completo y no le tengo miedo a la soledad.
Gaby- Bueno, pero no me vas a decir que no te gustaría tener una pareja, casarte y tener hijos. A mi me gustariía para decirle a mi hijo "ve y dile a tu padre que sacó pase... pase para ir a chingar a su madre".
Yo- Jajaja, eso esta bueno pero la verdad no es para mí ese tipo de vida. La verdad sólo a un hombre he considerado para casarme... pero despúes lo analicé bien y me dí cuenta de que no me casaría ni siquiera con Prince Charming.

Gaby- No te hagas mensa, si te lo pidiera le dirías que sí.
Yo- Que no, saaaabe. Volviendo al tema: tienes razón en tu planteamiento, para salir en público y presentar ante sus amigos los hombres buscan chicas con esas características. Pero conozco a muchos que tienencomo segundo frente a chicas no tan atractivas con las que según ellos son realmente felices.

Gaby- También lo he observado, con sus amigos andan de fiesta con tontas putas malcriadas
Yo- Como Paris Hilton
Gaby- Si, andan con ellas pero en privado tienen una relación con chicas más fuera de su prototipo y te aseguro que se llegan a enamorar como verdaderos estúpidos.

Yo- Pero anteponen su imagen de hombre que todo lo puede y terminan casándose con la Barbie sesohueco... y de paso jodiendole la vida al amor de su vida, a su esposa trofeo y a él mismo.
Gaby- Ahora me explico tanta amargura y cinismo.

Yo- El que por su gusto es buey hasta la yunta lame, amiga.

Gaby- Tienes la boca llena de razón. Oye, presentame al hermano del Prince Charming.

Yo- Te digo, la cabra siempre tira al monte... mejor ya vámos, no he comido en todo el día y ya hace hambre.

La imagen ha llegado a convertirse en algo tan importante, que se estan dando nuevas formas de discriminación en todos los ámbitos. ¿Por qué diablos tener que verte como los demás?, Es patético que traten de hacernos a todos iguales, cuando lo verdaderamente hermoso es la diversidad. Una cosa es la igualdad jurídica, de raza de género, etc. y otra muy distinta el tratar de que todos nos encasillemos en un determinado esterotipo de belleza.

Los medios de comunicación ejercen muchisima influencia en la sociedad. A últimas fechas ha sido tanta la pseudo concientizacion de la obesidad como problema de salud pública (y prácticamente fuente de todas las enfermedades conocidas según ellos) que ha ocasionado una ola de discriminación cada vez más creciente hacia las personas pasadas de peso. Este tema lo trataré más a fundo en mi próximo post.

sábado, 26 de enero de 2008

SER MUJER


El día de hoy por fín terminé de leer el libro de Simone de Beauvoir "El Segundo Sexo", y quedé francamente pasmada ante lo poco que ha cambiado la situación de la mujer desde el año en que se escribio dicho texto (1949) hasta ahora.

Para ser sincera, desconozco la situación real de las mujeres fuera de este país. Pero en México todo sigue como en la Europa de mediados del siglo XX. La mujer sigue siendo tratada como ciudadano de segunda categoría, a pesar de que constituye parte importante de la clase trabajadora, posee igualdad de derechos en el papel pero no en la vida cotidiana, sigue siendo objeto de ornato entre las clases adineradas y bestia de carga entre las humildes... todo sigue igual que hace casi sesenta años.


Uno de los principales obstáculos para lograr la verdadera emancipación de la mujer en este país de machos es precisamente la divinización del útero que han impuesto sobre nosotras. La función reproductiva ha sido mistificada desde el comienzo de los tiempos, y se ha hecho creer a generaciones enteras de mujeres que esa es su única razón de ser, el paso definitivo que toda mujer debe dar para "ser una verdadera mujer".

La mujer en su rol de madre es puesta en un pedestal. Se le considera una especie de encarnación de la Virgen María, un reflejo de Pureza, Castidad y Amor infinito, fuente de toda dulzura y caridad. Posee el don de ser dadora de vida y piedra angular de la familia.


Paradójicamente, es precisamente ella quien continua transmitiendo esa visión de la mujer-útero cuya función primordial en la vida es engendrar los hijos que Dios le mande. Puede ser una exitosa profesionista, libre de hacer lo que mejor le parezca en su vida, solvente económicamente... y aún así sentirse incompleta si no ha concebido.


En una sociedad hecha por y para hombres, la maternidad sigue siendo impuesta como una prioridad para toda mujer por motivos más de costumbre que de continuación de la especie. Cuestionar las normas sociales puede ser duro, pero es mucho peor automutilarse (estableciendo como meta para lograr la felicidad y el éxito personal) mentalmente cumpliendo expectativas que terceros han puesto en nuestro útero.


La sociedad moderna exige de la mujer éxito economico, amplio conocimiento cultural e integración plena al mundo laboral; al mismo tiempo que le dicta debe ser Objeto del deseo masculino, Madre inmaculada y Esposa abnegada. Los logros alcanzados por las mujeres son armas de dos filos: a la par de estos vienen una serie de obligaciones que se acumulan a las que históricamente viene cargando la mujer.


Ser mujer no es cumplir con una función biológica, ni con un papel social. Es reconocer nuestro lugar en el universo, aceptarnos como Ser con una conciencia individual, con un potencial creador y transformador de la realidad que nos rodea. Es librarse del complejo de Cenicienta y considerarnos una persona completa, no la mitad de otra.