sábado, 26 de enero de 2008

SER MUJER


El día de hoy por fín terminé de leer el libro de Simone de Beauvoir "El Segundo Sexo", y quedé francamente pasmada ante lo poco que ha cambiado la situación de la mujer desde el año en que se escribio dicho texto (1949) hasta ahora.

Para ser sincera, desconozco la situación real de las mujeres fuera de este país. Pero en México todo sigue como en la Europa de mediados del siglo XX. La mujer sigue siendo tratada como ciudadano de segunda categoría, a pesar de que constituye parte importante de la clase trabajadora, posee igualdad de derechos en el papel pero no en la vida cotidiana, sigue siendo objeto de ornato entre las clases adineradas y bestia de carga entre las humildes... todo sigue igual que hace casi sesenta años.


Uno de los principales obstáculos para lograr la verdadera emancipación de la mujer en este país de machos es precisamente la divinización del útero que han impuesto sobre nosotras. La función reproductiva ha sido mistificada desde el comienzo de los tiempos, y se ha hecho creer a generaciones enteras de mujeres que esa es su única razón de ser, el paso definitivo que toda mujer debe dar para "ser una verdadera mujer".

La mujer en su rol de madre es puesta en un pedestal. Se le considera una especie de encarnación de la Virgen María, un reflejo de Pureza, Castidad y Amor infinito, fuente de toda dulzura y caridad. Posee el don de ser dadora de vida y piedra angular de la familia.


Paradójicamente, es precisamente ella quien continua transmitiendo esa visión de la mujer-útero cuya función primordial en la vida es engendrar los hijos que Dios le mande. Puede ser una exitosa profesionista, libre de hacer lo que mejor le parezca en su vida, solvente económicamente... y aún así sentirse incompleta si no ha concebido.


En una sociedad hecha por y para hombres, la maternidad sigue siendo impuesta como una prioridad para toda mujer por motivos más de costumbre que de continuación de la especie. Cuestionar las normas sociales puede ser duro, pero es mucho peor automutilarse (estableciendo como meta para lograr la felicidad y el éxito personal) mentalmente cumpliendo expectativas que terceros han puesto en nuestro útero.


La sociedad moderna exige de la mujer éxito economico, amplio conocimiento cultural e integración plena al mundo laboral; al mismo tiempo que le dicta debe ser Objeto del deseo masculino, Madre inmaculada y Esposa abnegada. Los logros alcanzados por las mujeres son armas de dos filos: a la par de estos vienen una serie de obligaciones que se acumulan a las que históricamente viene cargando la mujer.


Ser mujer no es cumplir con una función biológica, ni con un papel social. Es reconocer nuestro lugar en el universo, aceptarnos como Ser con una conciencia individual, con un potencial creador y transformador de la realidad que nos rodea. Es librarse del complejo de Cenicienta y considerarnos una persona completa, no la mitad de otra.

2 comentarios:

Liber dijo...

Ese libro si es buenisimo, Simone de Beuvoir escribio cosas realmente valiosisimas, leiste "la mujer rota" mi favorito, y si tienes razón con ese libro me di cuenta ¡es exactamente igual! seguimos soportando lo mismo que en 1900 y tanto.
Hermosa la estatua de Dafne y Apolo...el pertenecer al sexo femenino a veces siento y me derrumbo; es un problema...no pero salgo adelante en un rato, no puedo deprimirme por ser un Ser tan especial y único.

juLia dijo...

Ser mujer es algo que no se puede definir, pero que es increiblemente genial.