Dijo el cuervo: «¡Nunca más! ».
Esta semana, finalmente, puedo celebrar mis 20 kg menos de peso. Y no pienso recuperarlos... dijo el cuervo: «¡Nunca más! ».
Por fín me he dado cuenta que el pasado se queda atrás y no regresa. Es tiempo perdido sentarse a añorar aquello que sucedió hace años; así que rompí fotos, libretas, cartas, demás objetos que implicaban algún recuerdo de mi pasado. Creo que haré lo mismo con mis viejas agendas y olvidaré todo lo que no tiene lugar ni sentido en mi presente. Ha surgido Pandora, y la vieja YO no regresará... dijo el cuervo: «¡Nunca más! ».
Muchas cosas están cambiando... ni hablar es simplemente otra manifestación de la teoría evolutiva, todo cambia, nada es igual a partir de cierto tiempo. Las personas cambian, las ideas evolucionan y el mundo gira alrededor del sol. Todo aquello que no se puede adaptar al cambio esta destinado al fracaso y la extinción. No daré un paso atrás ni para agarrar impulso... dijo el cuervo: «¡Nunca más! ».
Ya no me interesa si tengo que pisar algunos callos por defender mis ideales. No voy a fingir que soy una niña buena cuando, en realidad, soy la encarnación de la chica mala. (A los niños los asustan diciendoles "ahi viene el coco"... al coco lo asustan diciendo "ahí viene Pandora") A final de cuentas los demás prefieren vivir inmersos en sus propias burbujas, están completamente instalados en sus conformistas mundos que no tiene sentido para mí tomarlos en cuenta. Soy tan NO CONFORMISTA que no me conformo con seguir a la borregada... dijo el cuervo: «¡Nunca más! ».
No soy la misma, he cambiado... cada célula de mi cuerpo es diferente a las de la niña que veo en diferentes fotos, y que dicen era yo. No soy una princesa, ni una monja, ni siquiera una bailarina de ballet... soy YO, un alma libre, un pensamiento moderno, una eterna contradicción, un cuerpo que cambia diario, una mente que se encuentra cerca de la locura, una voz que no teme gritar, un puño que no teme levantarse contra lo que sea. No es posible que sea la de antes... dijo el cuervo: «¡Nunca más! ».
Imperiosa, colérica, irascible, extrema en todo, con una imaginación disoluta como nunca se ha visto, atea al punto del fanatismo, ahí me tenéis en una cáscara de nuez... Mátenme de nuevo o tómenme como soy, porque no cambiaré. Dijo el cuervo: «¡Nunca más! ».
